chocolate niños

¿Quién no tiene una tableta de chocolate en su casa?

¿Quién no consume galletas, croissants, tortas, natillas, helados o crepes de chocolate?

¿Quién no da crema de cacao, cola-cao o cereales de desayuno con chocolate a los niños?

O, ¿quién utiliza cacao puro para hacer preparaciones saludables con cacao?

Probablemente, las personas que no consumen estos alimentos, ya sea en un formato más o menos saludable, o de manera más o menos habitual, es porque no les gusta el chocolate. El cacao y todas sus variantes forman parte de la vida de muchas personas, grandes y pequeñas. Sin embargo, hemos pasado por alto una serie de inconvenientes, algunos de ellos cada vez más preocupantes y que pueden afectar seriamente nuestra salud. Aunque nos afecta a todos/as, los niños, los lactantes y las embarazadas son los más vulnerables.

METALES PESADOS EN EL CACAO

Según un informe de 2020 (1), la acumulación y la presencia de metales pesados en los cultivos de cacao es actualmente un problema de gran consideración: el cadmio, el plomo, el níquel y el arsénico, se encuentran de manera natural en el suelo terrestre y son absorbidos por las semillas, la planta y los frutos del cacao, siendo transferidos a las personas cuando lo consumen, con el riesgo considerable que existe para la salud humana.

A finales de 2022, un análisis (2) de las tabletas de chocolate negro más consumidas en Estados Unidos, entre las cuales se encuentra la marca Lindt, encontró plomo y cadmio en todas ellas, superando los límites establecidos. Esto teniendo en cuenta que los límites establecidos en Estados Unidos son mucho más permisivos que los que hay en Europa. Solo comiendo una onza al día se estarían superando los límites que las autoridades establecen como seguros.

Se han glorificado mucho los beneficios del cacao, gran parte de la población se pasó al chocolate negro mínimo 70% pensando que era más saludable, eso es lo que nos han explicado estudiando nutrición y lo que dietistas y nutricionistas hemos divulgado, pero ahora nos toca dar un paso atrás.

Los desayunos y meriendas infantiles continúan teniendo el chocolate como ingrediente estrella, sin tener en cuenta la vulnerabilidad de los niños.

La exposición continuada a metales pesados, incluso en pequeñas cantidades, conduce a una serie de problemas importantes. Los más vulnerables son los fetos y los niños, que pueden tener problemas de desarrollo y deficiencia intelectual. En adultos, los metales pesados pueden afectar el sistema nervioso, suprimir el sistema inmunitario, provocar daños renales, cáncer, dificultades de aprendizaje y de memoria o problemas de reproducción, entre otros.

EL CACAO CONTIENE CAFÉINA

Nadie se cuestiona si los niños pueden tomar café o no, la respuesta es simplemente no. El cacao o el chocolate, en cambio, ha sido tan promocionado entre la alimentación infantil, que ha pasado a formar parte de esta sin que mucha gente se lo cuestione. Sin embargo, hay muchos padres que aseguran que sus hijos/as se activan en exceso después de comer chocolate y es lógico, ya que el cacao contiene cafeína y, aunque sea en menor cantidad que el café, los niños son altamente sensibles a su efecto.

Muchos adultos utilizamos el chocolate o el cacao para darnos un punto de estimulación y no necesitamos comer mucho más que un trocito o una cucharadita de cacao puro para lograrlo. Es decir, la mínima cantidad consumible es estimulante. Por lo tanto, cuando estamos hablando de niños, ninguna cantidad es tolerable. Los niños no necesitan ningún estimulante extra, y de hecho, los adultos tampoco. Simplemente necesitamos cuidarnos para estar sanos.

El consumo de cafeína puede producir sobreexcitación, insomnio, nerviosismo, taquicardias y adicción. Sí, debemos tener presente que la cafeína es una droga (la más aceptada por la sociedad, pero una droga) y, como tal, genera tolerancia (cada vez necesitamos ingerir más cantidad para obtener los mismos efectos), dependencia (engaña al cuerpo para hacerle creer que la necesita) y, por último, síndrome de abstinencia (cuando la dejamos el cuerpo reacciona con múltiples síntomas como dolor de cabeza, irritabilidad, dolores musculares, etc.).

¿ES SEGURO CONSUMIR CAFÉINA?

La EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) concluyó que el consumo de cafeína es seguro si no se superan los 3mg de cafeína por kg de peso en niños y adultos. Otros estudios (3, 4) recomiendan que los niños no superen los 2,5mg por kg de peso.

Que se considere “seguro” no quiere decir que no produzca los efectos estimulantes que todos conocemos. Según la misma EFSA, los efectos perjudiciales de la cafeína a corto plazo en niños y adultos son problemas relacionados con el sistema nervioso central como insomnio o sueño interrumpido, ansiedad y cambios de comportamiento. A largo plazo, un consumo excesivo puede provocar problemas cardiovasculares y, en embarazadas, retraso del crecimiento del feto.

Por otra parte, muchos estudios concluyen que no hay suficientes estudios sobre el efecto que la cafeína tiene en los niños y aún no se puede dar una cifra cierta sobre la cantidad segura.

La Academia Americana de Pediatría, recomienda que los niños no ingieran ningún alimento que contenga cafeína antes de los 12 años.

EL AZÚCAR AÑADIDO

El cacao siempre va acompañado de azúcar o de algún edulcorante, ya que solo es demasiado amargo. Actualmente, en España, los niños y los adultos consumen cinco y tres veces más azúcar, respectivamente, que la cantidad máxima recomendada por la OMS. El azúcar se relaciona con las principales enfermedades y causas de muerte en el mundo occidental: sobrepeso y obesidad, diabetes, cáncer, enfermedades cardiovasculares y demencia. En Cataluña, el 50% de las personas adultas y el 40% de los niños tienen sobrepeso u obesidad. Estas enfermedades y el aumento del peso corporal están representando un problema de salud pública, lo que hace que sea imperativo reducir el consumo de azúcar y de alimentos procesados si no queremos convertirnos en una sociedad crónicamente enferma. La cantidad mínima de azúcar recomendada es 0, por lo tanto, cuanto menos comamos, mejor.

La industria alimentaria conoce muy bien los efectos adictivos de ciertos ingredientes como el chocolate y el azúcar y, los niños, son un blanco fácil. No nos dejemos engañar por los anuncios y seamos conscientemente responsables con nuestra salud y con la de nuestros niños.

CONCLUSIONES FINALES

Respecto al efecto de la cafeína en niños, ante las contradicciones y a falta de pruebas concluyentes, una vez tenemos toda la información, las madres y los padres podemos observar el efecto que los alimentos tienen en nuestros hijos/as en particular y utilizar el sentido común para decidir qué alimentos damos a nuestros hijos e hijas, cuáles no y en qué cantidad. Es especialmente recomendable que eviten el chocolate los niños más nerviosos o con dificultades para dormir.

El café, el chocolate y otros alimentos con cafeína también pueden tener un efecto en el feto cuando la madre los consume y en lactantes, lo más recomendable es evitarlos durante esta etapa. Si, a pesar de ello, una madre embarazada o lactante quiere tomarlos, debería hacerlo al menos dos horas antes de dar el pecho y, preferiblemente, cuatro. Si, a pesar de ello, observa un efecto estimulante en el bebé, debería reducir la dosis y aumentar el espacio de tiempo, ya que la cafeína puede tardar entre dos y ocho horas en metabolizarse.

El azúcar es otro ingrediente que puede provocar episodios de alta excitabilidad en los niños o altibajos emocionales, entre otros efectos.

El cacao no es un alimento de proximidad ni nutricionalmente necesario, por lo tanto, no es necesario consumirlo de manera habitual.

Respecto a los metales pesados, parece que no es demasiado seguro consumir una mínima cantidad de chocolate, ya que superamos fácilmente los límites establecidos como seguros. Por lo tanto, la recomendación final sería reducirlo al máximo. Las embarazadas, las madres lactantes y los niños deberían evitarlo.

Bibliografía:

Pin It on Pinterest