Augmentar la musculatura a través de l'alimentació

​Antes de explicarte qué es el gluten, los problemas que puede ocasionar y si es necesario dejar de consumirlo o no, me gustaría contarte mi historia…

MI HISTORIA

Me di cuenta de que algo no estaba funcionando bien dentro de mi cuerpo cuando tenía unos veinte años: mis digestiones eran pesadas, tenía la barriga hinchada, me sentía mareada después de comer, el tránsito intestinal era irregular (alternancia de estreñimiento y diarrea, heces pastosas, urgencia para ir al baño…)… Además, mi ciclo menstrual era irregular, las reglas me venían con retraso, el síndrome premenstrual era muy intenso con cambios bruscos de humor y me habían diagnosticado el común Síndrome del ovario poliquístico. Lo que no me pensaba yo en aquel entonces, es que todo aquello podía tener algo que ver con el gluten.

Estos síntomas continuaron durante años, aún haciéndome algunas pruebas sin ningún resultado significativo y, a mis veintisiete años, me quedé embarazada (después de tomarme una buena dosis de aceite de onagra que reguló mi ciclo menstrual el mes anterior). Seguí teniendo síntomas digestivos durante el embarazo y, al llegar al final del embarazo, murió la pequeña que llevaba dentro (no supieron por qué).

Un tiempo después de esto, me di cuenta de que hacía tiempo que me sentía muy cansada, al principio pensaba que era una consecuencia del embarazo y del choc emocional que me supuso todo aquello pero, al cabo de un año, sabía que no era normal, algunos días no me podía levantar del sofá en todo el día, sentía como si me hubiera pasado un camión por encima y no podía hacer nada, me dolían las articulaciones y no tenía fuerza muscular. Otros días, en cambio, me sentía más normal, no terminaba de entender estos cambios repentinos de mí energía sin ningún motivo aparente. Además, las reglas se me retardaron aún más y ahora las tenía cada dos meses. Fui al médico y me diagnosticó hipotiroidismo de Hashimoto, el tipo de hipotiroidismo más habitual, que es de origen autoinmune. Aún así, no me recomendó ningún tratamiento.

Investigando por mi cuenta y coincidiendo con los estudios de Nutrición Clínica Vegetariana que estaba cursando en aquel momento y que incluían el estudio del hipotiroidismo y el gluten, entre otros, me encontré con diferentes estudios e información que relacionaba el gluten con el hipotiroidismo de Hashimoto y, el hipotiroidismo de Hashimoto durante el embarazo, con las muertes fetales en la última etapa del embarazo. Cuando descubrí que el gluten podía estar relacionado con la muerte de mi hija, se me cayó el mundo encima. No sólo estaba relacionado con el hipotiroidismo y con otras enfermedades autoinmunes sino también con el sistema hormonal femenino: las reglas irregulares, los ovarios poliquísticos, los abortos, la infertilidad… Y, por descontado, con el sistema digestivo, provocando alteraciones del tránsito intestinal (urgencia para ir al baño, heces pastosas, alternancia de diarrea y estreñimiento…), hinchamiento abdominal, etc.

Antes de descubrir la relación que el gluten podía tener con la muerte de mi hija, había empezado a intuir por los otros síntomas que tenía que el gluten podía ser perjudicial para mí y empecé a reducirlo pero, no fue hasta conocer estos estudios que decidí eliminarlo completamente de mí dieta y observar los efectos que tenía en mí salud. Sabía que el gluten es puñetero; no siempre da síntomas inmediatos y claros (a no ser que tengas una alergia), sino que muchas veces da síntomas que, de buenas y primeras, pasan desapercibidos. Además, es necesario eliminarlo de la dieta durante un largo periodo de tiempo (de 3 a 6 meses como mínimo) para ver sus efectos.

Así, decidida a eliminar el gluten de la mí dieta y a solucionar mis problemas de salud, me dediqué a anotar todos mis síntomas cada mes durante más de dos años: anotaba los días que habían pasado desde mi última regla, si había comido gluten o no y en qué cantidad, cómo me sentía, mis digestiones… Observé que, si algún día comía pan u otro alimento con gluten, volvía a sentir los síntomas que me provocaba el hipotiroidismo (personalmente, los notaba al levantarme el día siguiente) y, la regla, se me volvía a retrasar hasta dos meses.

El hipotiroidismo desapareció pocos meses después de dejar el gluten y, al mismo tiempo, empecé a tener las reglas cada mes. El tránsito intestinal se reguló completamente, dejando de sentir urgencia para ir al baño y haciendo heces normales. Dejé de apuntar mis reglas y mis síntomas cuando me volví a quedar embarazada de manera natural y, ahora, tengo una hija fuerte y preciosa que nació a través de un embarazo y de un parto completamente natural.

QUÉ ES EL GLUTEN?

El gluten es una proteína que se encuentra de manera natural en algunos cereales como el trigo, el centeno, la espelta, el kamut, la cebada y la avena (excepto la certificada sin gluten). También algunos alimentos procesados y derivados de estos cereales como el cus-cus o el bulgur lo contienen. No tiene un gran valor nutricional y no es imprescindible en ninguna dieta saludable. No obstante, se valora por sus características aglutinantes de las masas como el pan, la pizza o la bollería, que les da elasticidad.

QUÉ PROBLEMAS PUEDE CAUSAR?

Algunas personas no toleran el gluten cuando lo ingieren: el cuerpo lo detecta como una toxina, las células inmunes lo atacan y se produce una inflamación en el cuerpo. Los efectos pueden variar de más lleves a más graves según el individuo y el tipo de trastorno que padece. Los trastornos relacionados con el gluten se pueden clasificar en tres grupos:

  • Celiaquía: la celiaquía es un trastorno autoinmune crónico que afecta un 1% de la población (más mujeres que hombres) y que, normalmente, tiene una predisposición genética. No sólo el intestino, sino que puede afectar cualquier otro sistema del organismo provocando enfermedades graves como cáncer, enfermedades cardiovasculares, otras enfermedades autoinmunes, trastornos neurológicos y psiquiátricos, osteoporosis, fibromialgia, etc. Los síntomas que pueden hacer sospechar de celiaquía son muy variados y no todo el mundo tendrás los mismos, algunos de ellos són: diarrea, estreñimiento, pérdida de peso, anemia, dolores articulares, hinchamiento abdominal, fatiga, vómitos, dolores abdominales, dolor de cabeza, migraña, retraso del crecimiento en niños, estado de ánimo introvertido en niños, depresión en adultos, cáncer digestivo, infertilidad, reglas irregulares, abortos, colon irritable… incluso, a veces, la enfermedad puede ser asintomática. El médico la puede diagnosticar a través de diferentes pruebas, aunque a veces puede ser difícil obtener un diagnóstico claro y, según la Federación de Asociaciones de Celíacos de España, se estima que un porcentaje muy elevad de pacientes (más del 80%), están sin diagnosticar debido, en gran manera, al desconocimiento de los médicos de atención primaria, que són el primer filtro por el cual pasan las personas celíacas. Para hacer un diagnóstico médico, es importante no dejar de consumir gluten antes de hacer las pruebas, ya que podrían salir alteradas o no válidas.
  • Alergia al gluten: la alergia al gluten, también descrita como alergia al trigo, produce reacciones inmediatas diversas como vómitos, dolor abdominal, diarrea, tos, asma, laringitis, urticaria, edema, dermatitis atópica, reacciones de anafilaxis… La padecen una proporción muy pequeña de la población.
  • Sensibilidad al gluten no celíaca (NCGS): este término reconocido hace pocos años por la comunidad científica, es el que popularmente se conoce como “intolerancia al gluten”. Los síntomas son muy similares a los de la celiaquía, la diferencia es que, las pruebas analíticas de la celiaquía, son negativas y la única manera de saber si se padece esta sensibilidad, es eliminar el gluten de la dieta y observar si los síntomas revierten. Recuerda que es necesario eliminarlo durante un mínimo de tres meses para comprobar sus efectos. Se estima que más del 10% de la población tiene sensibilidad al gluten pero que más del 90% no ha estado diagnosticada.

Además de estos tres grupos, hay un cuarto trastorno relacionado con la ingesta de gluten: la dermatitis herpetiforme (DH), una erupción cutánea que produce picor i está compuesta por protuberancias y ampollas. Es de origen autoinmune y no está relacionada con el virus del herpes. Las personas que la padecen tienen sensibilidad al gluten pero no al revés (de entre los celíacos, un 25% la padecen).

Resumiendo…

Dejando a parte la alergia al gluten y la dermatitis herpetiforme, que son menos frecuentes, los síntomas que puede causar el gluten en personas que padecen celiaquía o sensibilidad al gluten no celíaca, son los siguientes:

  • Hinchamiento abdominal.
  • Diarrea, estreñimiento o alternancia.
  • Heces pastosas.
  • Dolor abdominal.
  • Inflamación intestinal y enfermedades asociadas (Crohn, colitis ulcerosa…).
  • Síndrome del intestino irritable (colon irritable).
  • Dolor de cabeza y migrañas.
  • Ciclos menstruales irregulares.
  • Abortos.
  • Infertilidad.
  • Hipotiroidismo.
  • Artritis reumatoide.
  • Diabetes tipo 1.
  • Otras enfermedades autoinmunes.
  • Dolores articulares.
  • Fatiga crónica.
  • Fibromialgia.
  • Otras enfermedades inflamatorias crónicas.
  • Malestar general.
  • Confusión mental.
  • Depresión.
  • Autismo.
  • Trastorno por déficit de atención en niños.
  • Epilepsia.
  • Esquizofrenia.
  • Otros.

El tipo y la cantidad de síntomas variará entre un individuo y otro.

El único tratamiento para cualquier de los diferentes trastornos relacionados con el gluten es eliminarlo completamente de la dieta.

ES NECESARIO DEJAR DE CONSUMIRLO?

Si se padece un o más síntomas relacionados con el gluten, es necesario buscar un diagnóstico médico o eliminar el gluten de la dieta durante un mínimo de tres meses para comprobar si es la causa del problema. Recuerda que, si quieres hacerte pruebas para descartar una celiaquía, no tienes que dejar de comer gluten antes de hacerlas, ya que las pruebas saldrían alteradas. Si se obtiene un diagnóstico positivo o si los síntomas revierten dejando de comer gluten, lo mejor que se puede hacer para la salud es dejar de consumirlo.

Si no se padece ningún  síntoma relacionado con el gluten y la salud es óptima, no es necesario eliminarlo de la dieta. Aún así, tampoco conviene abusar de él; lo más recomendable, es consumir cereales que contienen poco gluten y que se digieren mejor como la espelta, el kamut, la avena o el centeno. El trigo es mejor evitarlo, ya que, al haber estado tan modificado a lo largo de los últimos años, acostumbra a ser otra causa frecuente de intolerancia alimentaria.

Si has padecido algún problema de salud relacionado con el gluten, puedes explicar tu experiencia personal en los comentarios para inspirar a otras personas!

Bibliografía:

 

  • Celiac Disease and Nonceliac Gluten Sensitivity A Review

Maureen M. Leonard, MD, MMSc; Anna Sapone, MD, PhD; Carlo Catassi, MD, MPH; et alAlessio Fasano, MD

JAMA. 2017;318(7):647-656. doi:10.1001/jama.2017.9730

  • Screening Pregnant Women for Overt Thyroid Disease

Alex Stagnaro-Green, MD, MHPE

JAMA. 2015;313(6):565-566. doi:10.1001/jama.2014.17226

  • Non-coeliac gluten sensitivity and reproductive disorders

Justine Bold and Kamran Rostami

Gastroenterol Hepatol Bed Bench. 2015 Autumn; 8(4): 294–297.

  • Endocrinological disorders and celiac disease.

Collin P, Kaukinen K, Välimäki M, Salmi J.

Endocr Rev. 2002 Aug;23(4):464-83.

  • The Overlap between Irritable Bowel Syndrome and Non-Celiac Gluten Sensitivity: A Clinical Dilemma.

Makharia A, Catassi C, Makharia GK.

Nutrients. 2015 Dec 10;7(12):10417-26. doi: 10.3390/nu7125541.

  • Gluten as a precipitating factor of autoimmune diseases other than

celiac disease

I. Martínez, J. A. Domínguez1, A. Alegre, Alfonso-Sanchez and J. Martínez-Raga

Proceedings of the Nutrition Society (2010), 69 (OCE3), E260

  • Neurologic and psychiatric manifestations of celiac disease and gluten sensitivity.

Jackson JR, Eaton WW, Cascella NG, Fasano A, Kelly DL.

Psychiatr Q. 2012 Mar;83(1):91-102. doi: 10.1007/s11126-011-9186-y.

  • Celiac Disease and Nonceliac Gluten Sensitivity

Watkins RD, Zawahir S.

Pediatr Clin North Am. 2017 Jun;64(3):563-576. doi: 10.1016/j.pcl.2017.01.013.

  • Hypothyroidism and risk of miscarriage

Carlos Arturo Vivas, M.D., Jenny Soraya Cárdenas, Sandra Milena Cardozo, Katherine Carvajal-Canizales, Juan Camilo Cifuentes.

  • Systematic Review and Meta-Analysis of Prevalence of Coeliac Disease in Women with Infertility.

Castaño M, Gómez-Gordo R, Cuevas D, Núñez C.

Nutrients. 2019 Aug 20;11(8). pii: E1950. doi: 10.3390/nu11081950.

  • Recent advances in understanding non-celiac gluten sensitivity.

Barbaro MR, Cremon C, Stanghellini V, Barbara G.

  • Pregnancy Complications Associated With Maternal Hypothyroidism: A Systematic Review.

Shinohara DR, Santos TDS, de Carvalho HC, Lopes LCB, Günther LSA, Aristides SMA, Teixeira JJV, Demarchi IG.

Obstet Gynecol Surv. 2018 Apr;73(4):219-230. doi: 10.1097/OGX.0000000000000547.

  • Abortion may be associated with elevated risk of future hypothyroidism.

Chauhan V, Thakur A, Sharma G.

Int J Crit Illn Inj Sci. 2018 Jan-Mar;8(1):41-43. doi: 10.4103/IJCIIS.IJCIIS_43_17.

  • Irritable bowel syndrome, food intolerance and non- celiac gluten sensitivity. a new clinical challenge.

Soares RLS.

Arq Gastroenterol. 2018 Oct-Dec;55(4):417-422. doi: 10.1590/S0004-2803.201800000-88.

  • Intestinal Permeation and Gastrointestinal Disease

Mark T. DeMeo, Ece A. Mutlu, Ali Keshavarzian, and Mary C. Tobin

  • Prevalence and factors associated with gluten sensitivity in inflammatory bowel disease.

Limketkai BN, Sepulveda R, Hing T, Shah ND, Choe M, Limsui D, Shah S

Scand J Gastroenterol. 2018 Feb;53(2):147-151. doi: 10.1080/00365521.2017.1409364. Epub 2017 Dec 7.

  • Nonceliac gluten sensitivity: an approach to diagnosis and management.

Collyer EM, Kaplan BS.

Curr Opin Pediatr. 2016 Oct;28(5):638-43. doi: 10.1097/MOP.0000000000000392.

  • Insulin-dependent diabetes mellitus and coeliac disease

Dr Cornelius C Cronin, MD  Fergus Shanahan, MD

Pin It on Pinterest