¿Tienes la sensación de que te pasas la vida haciendo dieta?
¿Estás continuamente probando diferentes métodos para intentar bajar de peso?
¿O eres de las que espera que pase navidad, después el fin de semana, después aquella cena, después las vacaciones… y no llega nunca el momento de ponerte?
Si has contestado sí a alguna de estas preguntas, alguna cosa está fallando: ¡quédate y lo descubrirás!
Pasar continuamente de una dieta restrictiva a una dieta de excesos es lo peor que puedes hacer si lo que quieres es mantener tu peso corporal. Nuestro cuerpo tiene una memoria ancestral y, cuando restringimos las calorías de la dieta, activa unos mecanismos de supervivencia, lo interpreta como si estuviera pasando por una época de escasez de alimentos y, por lo tanto, lo que hace es ahorrar energía: enlentece su metabolismo para quemar menos y aguantar hasta que le suministres más alimento, la cantidad de alimento que le acostumbrabas a dar. Es como si se estuviera acabando la gasolina de tu coche y tu, para asegurarte de que tirarás hasta que le des más combustible, vas más despacio para gastar menos.
Por lo tanto, si acostumbras al cuerpo a darle un exceso de calorías, el día que le des menos, hará lo posible para ahorrar energía enlenteciendo su metabolismo y reduciendo algunas hormonas como la leptina, que se encarga de regular el hambre, por lo tanto, quemarás menos grasas y tendrás más hambre, lo que hará que sea difícil mantener este peso.
Por otro lado, cuando aumentamos de peso, nuestro cuerpo coge este peso como punto de referencia, lo que se llama «set point», esto quiere decir que, aunque al principio consigamos bajar de peso a través de una dieta restrictiva, a la larga, nuestro cuerpo intentará volver a tener el peso inicial desde donde habíamos partido. Según diferentes estudios, una de cada tres personas que se ponen a dieta, recuperan más peso del que tenían cuando empezaron y, cuantas más veces intentemos adelgazar, más rápida es la recuperación del peso.
Por lo tanto, no es tan fácil como decir “ahora como lo que quiero y después ya me adelgazaré” porque cuanto más aumentamos de peso, más dificultades tendremos después para bajarlo. Por lo tanto, ¿qué podemos hacer para mantener nuestro peso corporal?
Pues, no será reprimirnos ni excedernos, ya que la restricción es insostenible en el tiempo y, excedernos, solo hará que vayamos aumentando de peso cada vez más. Por lo tanto, el primer paso es dejar de hacer dieta y, el segundo paso inmediato, es establecer unos hábitos saludables que duren para siempre.
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